Como sólo me preparo para lo que debiera sucederme, no me hallo preparado para lo que me sucede. Nunca.
Antonio Porchia – Voces
El mundo de las evidencias no deja de sorprenderme.
Habitamos en la repetición; todo se repite: la decepción, el dolor por la pérdida, el calor de la amistad, el amor no correspondido… y siempre nos pilla desprevenidos, recién llegados, cayéndonos del guindo.
Conviene estar preparados para lo que sucede. ¿Es tan difícil?