Sin elección, no hay devoción.
Todo dios puede ser desafiado.
La devoción es valiosa sólo cuando se tomó una decisión consciente de seguir ese curso.
No es aceptable tener una religión en que la alternativa a la fe es el castigo -así es como entrenas a los perros, no como desarrollas personas.
La espiritualidad es grandiosa sólo cuando permite la mayor libertad para seguirla.
Los dioses no son nuestros padres o protectores. Están allí sólo para inspirarnos a ser mejores personas.
Deng Ming-Dao – 365 Tao
