No hay salida a través del odio, de la venganza; imposibilita la vida, nos arranca el corazón y así nos hace inviables como seres humanos.
El padre del niño de 3 años muerto en el atentado necesitaba abrazar a una persona de la religión «culpable» para seguir adelante. Tal vez también pueda servir cerrar los ojos y escuchar esta maravilla, este Astrakan Cafe a modo de paseo por una tradición, por unos lugares, por unos acordes que resuenan a otra cultura, a lo diferente o desconocido.
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No podemos entenderlo, nunca podremos porque para entender hay que usar la razón y estamos ante lo irracional.
Para seguir siendo quienes somos debemos decidir no odiar.