Todas las cosas son difíciles antes de ser fáciles.
Thomas Fuller
La dificultad actua como el obstáculo para los caballos en las competiciones ecuestres. A veces somos remisos a afrontarla y nos quedamos dando pasitos justo ante la valla, o incluso la tiramos, antes de volver atrás, de renunciar a saltar.
Cuando lo hemos hecho, cuando ya nos hemos separado de nuestra pareja en una relación acabada o insana, cuando hemos superado el examen de inglés… además de respirar aliviados, nos damos cuenta de que no era tan difícil.
No estaba lejos, no era difícil (No era lluny ni difícil) es el título de un libro de poemas de Joan Margarit y también una frase que nos sugiere cosas. Al final la felicidad no estaba lejos, ni era difícil alcanzarla, sólo que esto solemos saberlo al final.
Los obstáculos nos dificultan el paso o nos hacen cambiar de camino. Puede que todo esté detrás de esta valla y sabemos que queremos saltarla, que queremos pasar al otro lado.
Tenemos la responsabilidad de seguir el camino que nos lleva a ser quienes somos, de respetar nuestra naturaleza, y para ello debemos seguir adelante, renunciar a renunciar.
Coger carrera, prepararnos, y saltar la valla. Todo lo demás es simplemente miedo.