Los que nos aman porque nos aman, y aquellos que no nos aman, que dios cambie su sentir y si no puede hacerlos cambiar, que les provoque un esguince para que les conozcamos por su cojera.
Más que amigos – Keeping the faith
Un tabernero sij del Punjab hablando con un cura irlandés en un bar de Estados Unidos que le dejó una de sus abuelas que era una monja irlandesa.
Para los que no nos aman, simplemente que dios les cambie su sentir. Pero este dios que pude cambiar su sentir es un dios pequeñito; está en su interior, como todo dios.
No tiene nada que ver con nosotros, no nos aman porque son así y sólo ellos pueden ser de otra manera. Nada es personal.
Los que nos aman, los que no nos aman y los cojos, todos hacen el camino con nosotros, o nosotros con ellos, y si aprendemos a estar con ellos, con todos ellos, el viaje será más provechoso, estaremos más atentos al camino, más disponibles, lo disfrutaremos más.
Todo el tiempo dedicado a distinguir entre unos y otros, a clasificarlos y a etiquetarlos, forzando un poco las cosas para que encajen en un grupo u otro, es tiempo perdido, es camino desaprovechado, son pasos desapercibidos. Solo atendiendo a cada paso nos ocupamos de la vida, de toda la vida.
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