Esta enorme y creciente injusticia está guiada por la codicia de los poderosos y el poder de los codiciosos. Además, el control que esta clase vil y devoradora ejerce sobre los medios —el principal motor de influencia de la sociedad— es virtualmente absoluto. Los canales de comunicación (canales que en manos libres podrían ser agentes de cambio) son poseídos, dirigidos e infectados por macro-corporaciones y por individuos multimillonarios, cuyos intereses están motivados por el carácter virulento de la codicia. Esta es la situación desesperada que nos fuerza a nuestra conclusión inevitable, a nuestra clara resolución y a nuestra acción.
John Verdon – Deja en paz al diablo
Son palabras que fácilmente podríamos suscribir, pero son palabras del manifiesto de «El Buen Pastor», el asesino en serie de la última novela de John Verdon, «Deja en paz al diablo».
Las buenas razones no justifican las malas acciones.
Mientras Europa se debate en una crisis que está afectando a toda la economía mundial, los ricos del país que lidera este continente se hacen más ricos. Los estados se quedan con el dinero de la gente y se lo dan a los bancos…
Resolución y acción, acción decidida, pero recta acción.
No siempre es fácil saber como actuar, pero pienso que una cosa está clara: la violencia es un error.